«Nadie puede hacerte sentir inferior sin tu consentimiento», Eleanor Roosevelt
Independientemente del puesto que ocupes, es muy probable que en determinados momentos de tu carrera profesional te hayas preguntado no solo si puedes realizar el trabajo en el que te encuentras, sino si deberías desempeñar ese puesto. Este es un sentimiento tan común que incluso tiene un nombre:
Síndrome del Impostor: definido como una experiencia interna de creer que no eres tan «competente» como los demás perciben que eres.
Si bien el sentimiento es normal, puede impedirnos abrazar nuestro trabajo, hacer nuestro mejor trabajo y sobresalir profesionalmente. Por eso es importante combatir esto y estoy aquí para darte tres consejos sobre cómo hacerlo.
1: Crea un Nuevo Guión: la única forma de dejar de sentirte como un «incompetente» es dejar de pensar como un incompetente. Tú decides cómo te ves a ti mismo y eso determina cómo te ven los demás también. ¡Así que cambia el guión! Se consciente de la conversación que está teniendo lugar en tu cabeza cuando te encuentres en una situación que desencadene tus sentimientos de «incompetente». En lugar de decirte a ti mismo que no puedes hacerlo y preocuparte de que la gente ‘descubra la verdad’ sobre tus habilidades, dite a ti mismo que «las tienes» y que puedes y harás un excelente trabajo.
2: Actuar como Si: A veces es difícil convencerte que estas jugando en equipo, a menudo es más fácil actuar tu papel, lo que generalmente te lleva a creer en el papel que estas jugando. Actúa como si pertenecieras al rol y eventualmente ya no tendrás que fingir más.
3: No Hay «Deberías»: No pienses que solo porque estás en un papel DEBES estar haciendo ciertas cosas o actuando de cierta manera. Tu defines el rol por ti y lo diseñas para que se adapte a tus valores y perspectiva. Estás en ese papel porque quienes te pusieron allí creen en tu visión, así que sé un líder seguro y forja tu propio camino.
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