“La mayoría de las personas no escuchan con la intención de comprender, escuchan con la intención de responder”, Stephen R. Covey, Los 7 hábitos de las personas altamente efectivas.
En el boletín de esta semana es probable que estallemos las burbujas de muchas personas; esa burbuja es que muchos de nosotros pensamos que somos buenos oyentes, cuando probablemente somos mediocres en el mejor de los casos. Es posible que no interrumpas a las personas cuando hablan, y tal vez asientes con la cabeza al escuchar y respondas con ideas ingeniosas, pero eso no significa que estés escuchando bien, por lo que hoy queremos ayudarte a activar tu escucha activa.
Pero antes de darle consejos, expliquemos brevemente por qué es importante saber escuchar.
Escuchar bien es importante, porque todo el mundo quiere ser visto y reconocido. Cuando podemos mostrarle a alguien que realmente lo entendemos, crea confianza, construye una relación y crea relaciones sólidas necesarias para el éxito y la felicidad personal y profesional. La mejor manera de demostrarle a alguien que realmente estas para el/ella es escucharlo/a. No solo escucharlos o estar presente en la conversación, sino escuchar realmente lo que dicen y lo que no dicen. Escuchar bien también es un componente clave si quieres desarrollar tu inteligencia emocional.
¿Cómo podemos activar nuestra escucha activa?
Aquí hay tres consejos prácticos para convertirse en mejores oyentes.
1: Déjalo ir: A menudo sentimos la necesidad de responder a algo que alguien dice y por eso mantenemos ese pensamiento hasta que termina de hablar. En el proceso, sin embargo, echamos de menos todo lo que dicen después de la parte a la que hemos decidido que queremos responder. Cuando creas que quieres responder a algo, déjalo ir. Sigue escuchando hasta que termine, porque la persona podría decir algo más tarde que consideres aún más importante.
2: Reflexiona: Una de las formas más poderosas de mostrarle a alguien que estás escuchando es reflejarle lo que ha dicho. Hay un arte en esto, no se trata solo de repetir sus palabras, les muestra que las escuchaste y las reformula de una manera que les permite saber eso y, por lo general, hace que se abran más. Si alguien dice que tuvo una semana muy difícil y quiere dejar su trabajo, podrías decirle algo como: «Parece que estás muy frustrado y en un punto de ruptura», a manera de mostrar empatía y escucharlo realmente.
3: Sal de la conversación: todos hacemos esto y no es mal intencionado, pero no agrega valor. Escuchamos a alguien y luego aportamos nuestra propia experiencia a la conversación. A menos que alguien te pida específicamente un consejo, no te metas en la discusión. Cuando las personas hablan, quieren sentirse escuchadas y la mejor manera de hacerlo es mantener la conversación enfocada en ellos.
El porcentaje de personas en el mundo que tienen una escucha activa real y correcta es escasa. Piensa en la frecuencia con la que realmente te sientes escuchado/a durante el día. O con qué frecuencia alguien te hace preguntas sobre tu vida. Si puede perfeccionar esta habilidad, te diferenciarás y tendrás una gran ventaja competitiva.
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